Hola nuevamente a todos, esperando que su año nuevo haya sido provechoso, iniciamos este 2019 con muchos proyectos y eventos que espero puedan aprovechar. Pues bien, en esta ocasión me gustaría compartirles sobre dos conceptos funcionales e identificativos que categorizan la labor de los hacedores culturales y sus proyectos. Mucho se ha dicho sobre la gestión y la promoción cultural, pero ¿entendemos realmente lo que significa cada uno de ellos?
Antes de iniciar, si se dedican al campo de la cultura quisiera que ustedes se respondieran esta pregunta ¿Soy PROMOTOR o GESTOR CULTURAL? Bueno tal vez esta información aclare tus dudas y les permita contestar esta interrogante.
Gestor Cultural
Un gestor cultural es aquel profesional que apasionado por la cultura trabaja en ella sin importar su área de conocimiento o su formación académica, toma la decisión de dedicarse a promover, incentivar, diseñar y realizar proyectos culturales desde culaquier escenario, y ligado directamente a un artista en particular. La intencionalidad final es brindarle al artista, productor, creador o hacerdor cultural las herramientas estrategicas necesarias para dar a conocer su obra ya sea en términos lucrativos o de difusión, en otras palabras funciona como un «Manager» para los artistas y creadores culturales, destacando su labor curricular con el historial o bitácora de colaboraciones logrando así posicionar su trabajo y alcanzar más proyectos estrategicos.
Entre las funciones del gestor cultural están:
– Definir estrategias de acción basado en los requerimientos y necesidades del creador.
– Víncular de forma eficaz los recursos disponibles.
– Conocer el contexto en que se desarrollará el plan y aprovechar las oportunidades.
– Relacionarse bien con el exterior.
– Adaptarse a las características del contexto socieconómico.
Podría definirse al gestor cultural como el especialista encargado de definir los contenidos culturales. Para ello debe dominar y articular las funciones diversas relacionadas con la parte administrativa, económica, formativa, comunicativa y artística e intermediar entre los diferentes agentes locales que interactúan en lo cultural.
Su perfil no tiene por qué corresponderse con el de un profesional formado en el ámbito técnico artístico o en el de gestión propiamente dicha, si no más bien debe estar capacitado para aprender los diversos procesos culturales que suelen ser complejos y muy diversos. El gestor cultural puede desarrollar su actividad profesional en muchas áreas, públicas o privadas; con fines lucrativos o no lucrativos. Los gestores culturales utilizan las mismas técnicas de gestión que cualquier otro profesional con responsabilidad sobre la administración de recursos con unos objetivos determinados. Sin embargo, la aplicación de la gestión a la cultura tiene unas especificidades que permiten hablar de gestión cultural.
Estas características son:
– El alto grado de intervención del sector público en cultura con el objetivo de garantizar la accesibilidad de la población.
– Las diferencias en el tamaño de los creadores culturales y sus gremios.
– La influencia que pueda tener el profesional sobre la creación del bien o servicio cultural.
Desde la perspectiva de lo público, el gestor cultural forma equipos de trabajo con políticos, representantes culturales de entidades y artistas de la localidad para el desarrollo del diálogo y la resolución de limitaciones y diferencias culturales existentes en el territorio. Es un intermediario entre los políticos y la sociedad, contando para ello con los agentes culturales de su entorno. Su trabajo debe estar dirigido a distintos segmentos de la población lo que requiere un estudio detallado del territorio en donde interactúa el profesional. El gestor cultural trabaja en el diseño, la planificación, programación, ejecución y posterior evaluación de programas culturales. En el ámbito empresarial también ha ido creciendo paulatinamente la demanda de profesionales de la cultura que gestionen adecuadamente actividades culturales generadas o patrocinadas por la entidad. En este sentido, el gestor cultural debe tener una formación humanística, inquietud por las nuevas tendencias artísticas y formación empresarial, principalmente en las áreas de publicidad y comunicación para verter en la sociedad las actividades culturales generadas desde el ámbito privado.
Entre las competencias del gestor cultural se encuentran:
Situar la acción profesional en el marco de su territorio con perspectiva de influencia global.
Diagnosticar y recopilar información de modelos que permitan la acción profesional.
Intermediar entre diferentes agentes relacionados con su campo profesional.
Transferir información, conocimientos y sistemas de trabajo.
Innovar en el sector cultural.
Promotor cultural
El promotor cultural o también llamado gestor cultural comunitario es el encargado de promover y organizar la participación de la población en su propio desarrollo espiritual, es un agente de cambio que dinamiza las potencialidades del colectivo a partir de la identificación de su realidad sociocultural; para la promoción del arte y la cultura, cuyo soporte principal es el vínculo de este con la red de instituciones culturales locales, ya que favorecen el enriquecimiento de la personalidad, el desarrollo de ciudadanos con estilos de vida cualitativamente superiores, capaces de disfrutar, apreciar, valorar y enjuiciar críticamente el universo cultural e incorporar los nuevos conocimientos a su quehacer cotidiano.
Sus características son:
Capacidad para relacionarse y establecer un sistema de redes con todos los factores del territorio.
Desarrollar la labor, tanto en el ámbito acádemico, como en la comunidad.
Incentivar la promoción artística, conjuntamente con los artistas y creadores del territorio.
Tener conocimiento de la metodología de investigación cultural, en tanto herramienta indispensable para insertarse con conocimiento en el desarrollo de los procesos culturales.
Facilitar la vida cultural del ámbito y/o territorio en que se desempeña a partir de sus funciones como agente de cambio.
Tener conciencia plena de que la cultura no se impone, antes al contrario se gestiona y promueve.
Asumir las más diversas formas y maneras de proceder con la promoción cultural, en correspondencia con las características geográficas del entorno en que se desenvuelve.
Brindar especial atención a la Cultura popular tradicional y al Patrimonio Cultural, haciendo énfasis en el llamado Patrimonio Inmaterial.
Organizar satisfactoriamente los procesos de incorporación de la población en los proyectos y programas culturales, de manera que la participación, el protagonismo y la creatividad alcancen niveles sobresalientes.
Incorporarse activamente al diseño de la programación cultural del territorio.
Ejercer el liderazgo debido desde el plano cultural en los ámbitos en que se desarrolla, a partir del prestigio y reconocimiento alcanzado.
Asumir la superación general y profesional, como una de las vías principales para cualificar la labor de promoción cultural.
Evaluar periódicamente el trabajo realizado con espíritu crítico y objetivo.
Funciones de los promotores culturales
Realiza el diagnóstico participativo de la comunidad y promueve las investigaciones socio-culturales utilizando sus resultados en función de satisfacer las necesidades, expectativas y demandas de la población.
Promueve el arte y la cultura en la comunidad en el vínculo directo con las instituciones del sistema y con los técnicos, instructores y artistas profesionales debidamente capacitados, para lo cual organiza diversas acciones promocionales del talento artístico, local y regional en espacios caracterizados, presentación de exposiciones, talleres, visitas dirigidas, conferencias y otros.
Participa en la confección, ejecución y evaluación de los procesos socioculturales, en la programación, en eventos y en la promoción de actividades con el objetivo de potenciar los valores culturales existentes en la comunidad.
Participa en el trabajo de identificación, investigación, preservación y promoción de las expresiones y manifestaciones de la Cultura popular tradicional para el afianzamiento de la identidad local, nacional a partir de la labor de investigadores y técnicos responsabilizados con esta tarea.
Trabajan con el instructor de arte y la escuela en función del desarrollo cultural de la comunidad, promueve de conjunto con el instructor de arte el talento de aficionados de la comunidad.
Divulga la programación de las instituciones culturales en las comunidades así como, los temas relacionados con los resultados de las investigaciones en material, sitios históricos, tarjas y monumentos que se encuentran en la comunidad.
El «Gestor Cultural» trabaja siempre con un interés de por medio respecto a un artista bien definido, su fin es la difusión del trabajo del artista en diversos ámbitos y con esto el gestor se da a conocer, se trabaja desde el punto de vista de los negocios, a través de medios comúnmente conocidos, el gestor aplica la segmentación en su trabajo y define a su «cliente» muy bien. Por otra parte el «Promotor Cultural» trabaja en pro de las masas, en pro de la comunidad, no hace distinciones ni segmentaciones por interés racional, no busca méritos propios, su meta es dar a conocer las manifestaciones o productos de los artistas de las distintas comunidades y como estos coadyuvan al crecimiento de las mismas.
Espero hayamos logrado entender un poco más sobre su diferencia que a pesar de ser tan similares en muchos aspectos que nos llevan a confundirnos es importante tener claro estos conceptos. Entonces ¿Qué eres Gestor o Promotor Cultural? gracias y recuerda que ¡La Cultura, transforma vidas!
Bibliografía y enlaces recomendados
II Master en Gestión y Producción Cultural. Universidad de Sevilla y Universidad de Granada.
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