Iniciamos muy motivado por este especial que espero les sea de gran ayuda y que a petición de algunos colegas y amigos quise desarrollar.
Este especial propone una forma metodológica sencilla para la gestión de centros culturales (entendiendo que existen muchas otras metodologías y que esta es solo una propuesta desde mi opinión personal) desde sus diferentes espacios y niveles con el fin de brindar una herramienta de apoyo a las instituciones públicas o privadas o todas aquellas que desde la comunidad quieren articular esfuerzos para crear su propio centro dedicado a la cultura o direccionar proyectos de equipamiento en sus territorios.
Dividiremos este especial en cuatro interesantes entregas en donde abordaremos temas que van desde la conceptualización de un centro cultural, su desarrollo estratégico, modelo de gestión, cadenas de valor, infraestructura, participación comunitaria, entre otros temas; hasta llegar a la propuesta de un contenido de proyecto para la creación de un centro cultural. Al terminar este especial realizaré la publicación de un artículo con algunas matrices que podrán utilizar para sus espacios y por supuesto con toda esta información. Sin más, ¡COMENCEMOS!
Introducción
En el momento de iniciar con la formulación de un proyecto cultural, lo primero que debemos considerar es tener claro que es lo que queremos hacer y para que hacerlo. Conocer quienes somos, con que o quienes vamos a trabajo, cuales son sus características, si existen problemáticas, es realmente esta opción una alternativa de solución, existen otros esfuerzos similares, bajo que realidad vemos nuestro accionar, que queremos intervenir, etc. Las preguntas pueden ser infinitas y variar de acuerdo al proyecto que vamos a desarrollar. Como parte del trabajo de gestión es frecuente encontrarnos con múltiples desafíos que nos obligan a modificar o buscar nuevos instrumentos y herramientas de apoyo con para poder alcanzar los objetivos y metas planteadas tanto en los proyectos como en nuestra labor diaria.
El desarrollo de un proyecto cultural, en este caso la creación y gestión de un centro cultural, nos lleva a analizar este espacio de la manera más abstracta y universal posible con el fin de ir poco especificando sus características y funciones de acuerdo a los objetivos e implicar la utilización de diversos recursos para convertirlos en productos y servicios culturales que trasciendan su implicación social y los resultados proyectados. Dentro de este planteamiento y como todo proceso creativo, debe verse como una inversión, en donde la transformación de los insumos debe de ser objetiva y medible en el tiempo. Para conseguir esto es necesario , colocarse desde una visualización mas amplia para brindarle al proyecto esa función como herramienta en donde el fin común es no solamente la creación de productos y servicios culturales, sino también su incidencia en el territorio y la comunidad. Aquí en donde el concepto de planificación estratégica como sentido como parte importante de este desarrollo. Tener claro quienes serán los responsables como institución o colectivo, de ejecutar el proyecto o portafolio para alcanzar la eficiencia de los instrumentos, es vital para éxito de ese centro cultural que va más allá de la generación de recursos.
¿Qué es un centro cultural?
Existen muchas definiciones de centros culturales. Vamos a formar un concepto tomando en consideración las características y particularidades de lo identifican. Entonces, un centro cultural es un espacio creado con la intención de servir como medio para la difusión de distintas expresiones artísticas, filosóficas, educativas, etc. Abierto a la comunidad con el objetivo de representar y promover valores e intereses artístico-culturales dentro del territorio de una comunidad. Tiene un carácter multidisciplinario y en él se desarrollan servicios culturales y actividades de creación, formación y difusión en diferentes ámbitos de la cultura, así como apoyo a organizaciones culturales. Cuenta con espacios básicos para entrega de servicios culturales, salas con especialidades, salas para talleres, salas de exposiciones, muestras patrimoniales, bibliotecas, archivos, salas de reuniones, y oficinas de administración, bodegas, baños y camerinos. Da lugar a los creadores y a las demandas locales de arte.
Se desarrollan a través de un Plan de Gestión Cultural que incluye una estructura moderna, con personal calificado, lo que le da sustentabilidad cultural y económica al cumplimiento de su fin. Estos espacios pueden ser financiados con fondos públicos o privados y suelen ofrecer enseñanza en distintas artes. Un centro cultural también puede servir como medio en el cual un determinado pensador exprese sus puntos de vista o un artista exponga su arte. En general, estos lugares tienen la finalidad de hacer accesible la cultura para un público amplio, sobre todo en aquellas variantes de la misma que sean de menor conocimiento o poco populares. Los centros culturales también son centros de debate para distintas situaciones que tienen que ver con la comunidad.
Con lo anterior, entendemos que un centro cultural es un espacio de reunión, integración y encuentro de la comunidad. Un medio para la fidelización de públicos y generación de nuevas audiencias, por medio de las diferentes acciones de difusión y gestación cultural que engloba. Por eso, es importante considerar que:
El modelo de gestión cultural debe nacer de las necesidades y demandas culturales y artísticas de la comunidad.
Debe de tener espacios inclusivos e itinerantes que permiten el disfruten pleno de toda la comunidad en su desarrollo cultural y artístico.
Una infraestructura que propicie la participación comunitaria y la diversidad de expresiones por medio de una oferta cultural en congruencia a las políticas culturales locales y las necesidades de su comunidad.
Espacios que sirvan como potenciadores para el desarrollo de nuevos lenguajes y presencia de todas las artes (esto dependerá de la magnitud del proyecto y su presupuesto).
Ser un espacio democrático para la participación política y civil de la comunidad y, por tanto, no puede ser concebido sólo como un espacio de muestras artísticas, debe transformarse en un espacio de encuentro y convivencia de la comunidad.
Ser una plataforma para la formación, creación y difusión del quehacer artístico-cultural de la zona.
Un vehículo de referencia identitaria de una comunidad.
Transformarse en un hito y soporte de la articulación urbana.
Conformarse como un espacio para la integración social y la vertebración de la comunidad local.
Si deseamos formar, modificar, redefinir o crear un centro cultural tanto físico como virtual, vamos a necesitar tres aspectos importantes: la validación comunitaria, la voluntad política y el diseño de un proyecto fuertemente sustentado y detallado con metodologías que vayan desde el proceso de diseño, su implementación hasta el seguimiento y control de sus productos e incidencia social. Estos aspectos permitirán la obtención de los recursos para la construcción, habilitación o modificación de los espacios para su funcionamiento. ¿Cómo lograrlo? lo haremos por medio de la planificación estratégica.
¿Qué es la planificación estratégica?
Todas las instituciones, organizaciones y en este caso los centros culturales deberían de diseñar una ruta a seguir, una guía que les permita cumplir con sus objetivos y metas, a esto se le llama planificación. La generación de un plan de trabajo o de gestión es fundamental para el buen desempeño de estos espacios, esos planes pueden ser a corto, mediano o largo plazo, esto dependerá de las actividades que se quieran desarrollar en el tiempo y el costo necesario para lograrlo, la planificación puede incluir proyectos o portafolios de proyectos que se ordenan dentro de las acciones estratégicas para definirlos y visibilizarlos dentro del plan. Como dato importante les comento que la planificación estratégica o planeación a largo plazo empezó a popularizarse en los años sesenta y alcanzó su cima en los años setenta, 8 sobre todo a raíz de la publicación de tres famosos libros: “Mis años con General Motor” de Alfred Sloan, “Estrategia y Estructura” de Alfred Chandler y “Estrategia Competitiva” de Michael Porter, este último considerado por muchos especialistas como el mejor libro de dirección estratégica en toda la historia de la ciencia administrativa, les recomiendo leerlo.
Para desarrollar este tema vamos a analizar los conceptos por separado, entendiendo cada uno de ellos y relacionándolos luego, para llegar a la definición de planificación estratégica.
La Planificación se define como el proceso racional y sistémico de prever, organizar y utilizar los recursos para lograr objetivos y metas en un tiempo y espacio predeterminados, de manera controlada y consciente.
Entenderemos por Estrategia al proceso que especifica una serie de pasos o conceptos encaminados al cumplimiento de un objetivo en común. También podemos entenderlo como el arte de diseñar el camino para la consecución de objetivos por medio de acciones ordenadas que dan forma al plan de trabajo.
Tomando en consideración los conceptos anteriores, podemos decir que la planificación estratégica es una herramienta de gestión que permite establecer el quehacer y el camino que deben recorrer las organizaciones para alcanzar las metas previstas, teniendo en cuenta los cambios y demandas que impone su entorno. En este sentido, es una herramienta fundamental para la toma de decisiones al interior de cualquier organización. Así, la planeación estratégica es un ejercicio de formulación y establecimiento de objetivos y, especialmente, de los planes de acción que conducirán a alcanzar estos objetivos.
La Planeación Estratégica proporciona un marco real para que, tanto los gestores, como los miembros de la organización, comprendan y evalúen la situación de la organización. Esto, ayuda a alinear al equipo, con el fin de que empleen un lenguaje común basados en la misma información, lo que ayudará a que surjan alternativas provechosas y de valor para la organización. El plan estratégico establece además el quehacer de cada miembro, lo que garantiza que las acciones de cada uno estén direccionadas hacia el cumplimiento de las metas a futuro.
Proceso de planificación
El proceso de planeación estratégica involucra tanto la planeación en sí misma, como la ejecución de la estrategia. Para explicar este proceso nos basaremos en las ideas presentadas en el libro "Execution Premium" escrito por Roberto Kaplan y David Norton. De forma general, las etapas del proceso de Planeación Estratégica son:
Crear la estrategia
Planear la estrategia
Alinear la organización con la estrategia
Planear la operación de la organización
Controlar y aprender de la operación
Probar y adaptar la estrategia
Estos seis puntos importantes los sintetizaremos y contextualizaremos en el entorno de centros culturales con estas cinco fases que se desarrollan a continuación:
A. Fase ideológica
Determinación del rol institucional, expresado en los elementos que conforman la columna vertebral de lo que será el centro cultural: sus ejes de trabajo, su público, los valores que representa, la misión, la visión, el organigrama interno, las formas de financiamiento, antecedentes y justificaciones, la naturaleza y razón de ser de la institución, objetivo general, ubicación territorial y aquellos responsables de la ejecución. Esta sección del plan describe las convicciones fundamentales de directivos, funcionarios y servidores de la organización.
B. Fase analítica
En esta fase realizaremos un diagnóstico o análisis FODA de la realidad interna y externa con el fin de tener claro cuales son los puntos claves que se deben reforzar, identificar problemáticas y oportunidades que inciden en el centro y aquellas necesidades que deben ser priorizadas en el plan. El alcance del este diagnóstico puede expresarse desde un entorno general, entendiendo tendencias globales del sector o bien un entorno más puntual haciendo referencia a situaciones particulares de la población o de actores específicos. Por su parte, el análisis del ambiente operativo interno comprende el diagnóstico del marco regulatorio sectorial o subsectorial y la capacidad técnica y operativa de la organización.
C. Fase programática
En este apartado definiremos los objetivos generales y específicos del plan. Cabe destacar que el objetivo general planteado en la fase A corresponde al centro cultural desde su razón existencial y que los objetivos generales aquí desarrollados tienen que ver con el desarrollo de plan como herramienta de gestión. El desarrollo entonces, de los objetivos generales y específicos será en base al resultado del diagnóstico realizado en la fase B, en donde se identifican los factores críticos que inciden en la solución de los macro problemas centrales y las oportunidades globales de la organización y su entorno.
D. Fase operativa
Determinación de las estrategias, políticas y/o cursos de acción sustentados en las fortalezas de la organización y que, al mismo tiempo, neutralicen sus debilidades, con la finalidad de aprovechar las oportunidades y contrarrestar las amenazas. Los cursos de acción pueden ser organizados, siguiendo la nomenclatura del presupuesto, en programas, proyectos y actividades.
E. Fase evaluativa
Diseño del sistema de monitoreo y evaluación del plan, lo que incluye la selección de indicadores de desempeño y la especificación de los valores a alcanzar para cada indicador, así como la estimación de los recursos financieros indispensables. Los indicadores juegan un papel clave en la evaluación del cumplimiento del plan, por lo que se considera un elemento indispensable en la implementación del plan. Este tema lo desarrollaremos en las siguientes entregas de este especial.
La planificación en el campo cultural
Visión moderna de los procesos de gestión cultural parten de la administración de empresas, transformados y adaptados a los lineamientos e intereses culturales desde la planificación estratégica, que para la creación de un centro cultural se traduce en construir un Modelo de Gestión de la institucionalidad que le dará vida al equipamiento cultural, definiendo un conjunto de elementos que determinarán el carácter y objetivos a lograr con su funcionamiento en el tiempo, poniendo en el centro de su preocupación el satisfacer parte de las necesidades de la comunidad donde se emplace el centro cultural, es decir, aquí entramos en el concepto de Plan de Gestión Cultural.
¿ Qué es un Plan de Gestión Cultural?
Antes de entrar a la definición de este concepto, es importante entender que la planificación estratégica o en este caso el plan de gestión cultural, no es una herramienta utilizada solo por instituciones u organizaciones, pues toda labor de gestión cultural requiere de un proceso de planificación y consecución de objetivos desde cualquier espacio y/o agente, por lo que esto también es competencia de los gestores individuales, de los grupos comunitarios y todos aquellos actores culturales en general. Teniendo claro este aspecto, vamos a entender al Plan de Gestión Cultural como un documento que integra un conjunto ordenado de objetivos, programas, proyectos y actividades, definidos por una institución o agente cultural para llevar adelante los objetivos culturales y entregar diversos servicios en un territorio determinado, acorde a las políticas internas y/o locales. Es una herramienta básica que guiará la organización de los recursos durante un tiempo determinado, para conseguir los fines definidos, en base a un diagnóstico, a la proyección de los objetivos trazados y a un modelo organizacional y financiero que garantice la prestación de diversos servicios culturales (programación = oferta).
Se convierte entonces en un elemento indispensable para impulsar y proyectar la creación y desarrollo de un centro cultural y por ende de las políticas culturales de la institución, sean estas municipales, de corporaciones o fundaciones o de organizaciones comunitarias. Lo importante es que el modelo de gestión del equipamiento cultural sea coherente con el de la institución que lo dirigirá y por tanto, deberá tener una sola visión coherente. Será un documento escrito, que guíe en forma dinámica las decisiones de gestión cultural en el centro cultural y proporciona la dirección que guiará la misión, los objetivos y las estrategias de la institución, pues facilita el desarrollo de planes para cada una de sus áreas funcionales.
Un plan estratégico completo, guía cada una de las áreas en la dirección que la organización desea seguir y le permite desarrollar objetivos, estrategias y programas adecuados a las metas. En este sentido, es fundamental que la institución que ha definido un plan de gestión cultural realice un análisis de las fortalezas y las limitaciones que tiene, esto es lo que denominamos “análisis organizacional”, que permite conocer y tener a la vista las condiciones internas para evaluar las principales fortalezas y debilidades de la organización. Las primeras constituyen las fuerzas propulsoras de la organización y facilitan la consecución de los objetivos, mientras que las segundas son las limitaciones y fuerzas restrictivas que dificultan o impiden el logro de tales objetivos.
Principios básicos para construir un modelo de gestión cultural
Concepción de sus contenidos desde el entorno territorial (características culturales, artísticas, sociales, urbanas, políticas, económicas del territorio directo e indirecto que aborda el plan). El documento nace desde la comprensión de la identidad y características locales.
Integración de la comunidad artística cultural y los ciudadanos en la definición y desarrollo del centro cultural con metodologías conocidas como participación ciudadana como un elemento relevante para el desarrollo del plan.
Coherencia de las definiciones del plan con el marco político-técnico existente (municipal, regional, nacional). Interrelación con la Estrategia de Desarrollo Regional, Políticas Culturales regionales y nacionales y otros instrumentos de gestión, tales como el Plan de Desarrollo Comunal (Pladeco), encuestas de consumo cultural, etc.
Proyectar la sustentabilidad y sostenibilidad programática y económica del centro cultural. La gestión como clave de desarrollo de la Política Cultural del Centro Cultural, buscando los apoyos externos y fortaleciendo lo interno.
Potenciar las capacidades humanas y materiales de la comuna.
Desarrollar una mirada territorial integrada sobre los servicios culturales a entregar, potenciando una red comunal, provincial, regional y nacional de difusión artística y cultural.
Definición de la infraestructura necesaria, definiendo el tipo de espacios requeridos, la ubicación, los accesos y su funcionalidad, entre otras.
Con esto hemos visto y conceptualizado cual es la razón existencial de un centro cultural, sus particularidades, requerimientos y aspectos fundamentales para su construcción, en la siguiente entrega abordaremos mas detalladamente el proceso creación de un modelo de gestión dirigido a centros culturales. Gracias por su lectura nos leemos en la próxima entrega y no olviden que "La Cultura, transforma vidas".